Friday, September 28, 2007

Desde la Vida Inmensa

de César Toro Montalvo













En concurrida reunión se presentó el más reciente poemario de César Toro (prolífico poeta, investigador, antólogo, docente universitario, narrador, etc de una enorme producción editorial).


El eventó se realizó en el salón Grau del Club de la Unión (plaza Mayor de Lima) el jueves 27 de setiembre a las 7:30 de la noche. La presentación estuvo a cargo de el poeta Luis Morón Hernández. Sintió el calor de amigos, alumnos y público en general.

ELOGIO DEL PÁJARO


Donde no hay agua existe el aire entre los labios


en la sangre que trina y que gorjea.


Me siento ala por adentrarme


en esa compañera, el cielo por mis alas.


Muy contrario a la noche -destello en mi dialecto-


me convido a los trinos, los más vertiginosos


hasta ese mar que me eleva en su cumbre.




Me llegó la hora del gorrión, el pájaro


libre y raudo al que nada parezco.


De ágiles transparencias está hecho mi vuelo.


Fui joven y ya soy lo contrario que un viejo,


viejo joven de cima que desciende al abismo


y remonta en su sangre hasta la luna,


donde valles y colinas son mágicas y claras


para el tonto galante en que me aplico.




Al fin puedo llegar a lo más alto,


salirme de la bóveda celeste,


sin saber si no soy más que una noche.


Estrellas cristalinas mejoran mis vocales.


Empapado y distante bajo la tempestad,


sólo soy un papel que borrándose vuela,


ave azul más que feo pajarraco.


Yo deseo anudarme con un bosque,


ser tictac de mi trino


o simplemente el eco de un garabato alegre,


el orgullosos amnate urgido por el viento


donde hasta el agua misma me enamora


por ser pájaro en vuelo por la tierra.




Venecia, 11/12/2003




ALGO DEBE DE IRSE


Que no sea la vida, que no


sea la muerte,


que no sea yo, ni tú,


ni nadie.


Algo debe de irse hoy.




MI MADRE EULALIA


Mi madre Eulalia se aumenta profunda y alegre,


que con sus aretes, oro de polvo,


me besa en la frente.


Menuda entre sus ramas, entre faldas


y blusones, desde la que es,


y la que será, pensativa y maternal,


cose camisas con hilos del alba.




Rezadora de María, hasta en mi mesa


de anuncio, o en la iglesia; goteante


y trinadora, en ella esta María.


Guárdala Señor en tu cuaderno, si algo


debes de guardar en mi cuaderno de rezos.




María Eulalia, maría Eulalia, de guitarra


que habla en vena y palabras; hasta en mis sueños,


sustancial y pedida, me soñanba en su almohada.




Mona, menuda, Cantarina, Chispeante,


así es mi Eulalia. Norteña del Perú, en fibra


de caña, con enjambre de gorriones, en sus labores


de agua, de Dios, o de frutas; será para mí


o mi hermana Nena, la cerámica movida,


la que entre pálida o chaposa


le decimos: Viva mi madre Eulalia.