Sunday, April 29, 2007

Homenaje a Hespérida, Canto Universal de las Islas Canarias
























de Justo Jorge Padrón


En el marco de la tradicional y prestigiosa Casona de San Marcos (UNMSM Perú) se rindió un merecido homenaje a Hespéride, Canto Universal de las Islas Canarias de Justo Jorge Padrón, poeta español, destacado y reconocido internacionalmente. La cita fue el martes 24 de abril a las 6:30 pm en el Centro cultural de San Marcos, que dirige Federico García Hurtado.
Comentaron la obra César Toro Montalvo, Ricardo González Vigil, Arturo Corcuera y cerró con la lectura de poemas y parte de su poema épico, el homenajeado. Fue motivo también, para presentar la Revista hispanoamericana de literatura en edición doble, dedicada a la amplísima obra de Justo Jorge Padrón, elogiado hombre de letras y tan identificado con nuestra patria.
Saludos y desde este Rincón un minúsculo reconocimiento a la obra de Justo Jorge Padrón.








Justo Jorge Padron. Nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1943. Fue secretario general del PEN Club Español de 1983 a 1990. Dirigió la revista internacional plurilingüe Equivalencias. Ha dado conferencias y lecturas de sus poemas en más de sesenta países. Ha publicado quince libros de poesía, cinco antologías, y veinte libros de ensayo y traducción. Su poesía ha sido vertida a treinta y siete idiomas. Ha ganado, entre otros, los premios de poesía : Europa de Literatura 1986, en Yugoslavia: Gran Premio Internacional de Literatura de Sofía en Bulgaria en 1988; Premio Orfeo de Bulgaria en 1992; Premio Internacional de la Academia Sueca en 1972; El Premio de la Asociación de Escritores Suecos al mejor libro de poesía europea de 1976 por Los Círculos del Infierno, obra ya traducida a 22 idiomas; Medalla de Oro de la Cultura China, 1983; Medalla de oro de Bruselas de 1981; Corona de Oro del Festival Internacional de Struga de 1990 en Macedonia por el conjunto de su obra poética. En 1994 obtiene el Premio Blaise Cendrars de de los encuentros Internacionales de Suiza; en 1996 el Gran Premio Internacional Nichita Stanescu de Rumania. En 1982 organizó y presidió el Sexto Congreso Mundial de Poetas en Madrid, en 1992 el Festival Internacional de Garachico en Tenerife; desde 1996 dirige el Festival Internacional de Poesía de Las Palmas.







Para ubicar un sinnúmero de espacios en la internet con su biografía y obras, basta escribir su nombre en los buscadores. Desde este rincón nuestro saludo a él. Aquí alguno de sus poemas, que recomiendo conozcan mucho mejor y quedarán satisfechos como este loco.



















Declamó algunos de sus poemas y se ganó nuevos lectores.
























ALGO INVISIBLE FLUYE A NUESTRO LADO





Acaso despedirse de la vida

sea contar las veces que nos quedan

por habitar las cálidas costumbres.

Quizá estas tibias cosas cotidianas

ofrezcan las imágenes de lo que un día fueron:

encuentros soberanos con la luz

o con ese misterio fugaz de la hermosura,

la voz de una mujer, aquel poema,

cierto instante encantado del crepúsculo,

cuando el aire se incendia en los balcones

y el valle como un cuento se duerme en sus palabras.

Algo queda latente en nuestros labios,

un gozo, una inquietud ante lo impronunciable,

y la brisa remonta la torre del jazmín

y susurra leyendas de amor y de nostalgia.

Algo invisible fluye a nuestro lado,

el delirio estelar, la música del cosmos

palpitando en su espera deslumbrada











DESDE EL FONDO DEL VINO





Desde el fondo del vino una mujer me invoca

con un riesgo sinuoso. Su cuerpo se ilumina

como exaltada llama empañada de invierno,

como enterrada lluvia rompiendo sus latidos,

deshaciéndose en música envolvente,

tan desolada y bella, hasta cegarme.



El oro fascinado de su risa

me lleva hasta el delirio de celebrar su cuerpo.

Con su hechizo me invade desde el aura

de su rosa sombría, que absorbe en su corola

el absoluto tiempo que viví.

Y así, preso y errante, en su inquieto perfume

tibiamente lejano, me destierra en el vino

bajo la maldición de su recuerdo.









EL EROS DE LA MUERTE





Crueldad, quiero tu lengua, tu inteligencia oculta

de perversión feroz y a la deriva,

contaminada en las maquinaciones

del placer que enmudece, despertando

la insidia y el peligro de tu experiencia única.



Qué enjambre de caricias en el nudo

con el que aún reclamas la posesión suprema.

Seguir, merodear de forma subrepticia

hasta ir descubriendo este delirio

atroz que se enardece por entrar y expandirse

en el fuego del daño y el desmayo.



Impaciente deseo tu cuerpo cenagoso,

maduro como el vicio que a sí mismo corrompe

con su olor a azahares ultrajados,

a estrellas que en el vino se disuelven.

En él presiento el odio que palpita

en su voltaje oscuro de noche y de marea,

por alcanzar la sangre, cuando el beso

insaciable la busca y la aniquila.



Ah, sombría violencia fascinada,

que encuentras tu destino en la tensión mortal

con que dos cuerpos duros se engastan, se penetran

hasta la raíz misma de sus limos,

allí donde la furia es la pasión

y el miedo de no ser el fulgor de la muerte.






De un gato nostálgico

(Inédito)




Era mi gato un sabio ensimismado.

Distinguido y gentil, parsimonioso,

como si el día fuese el umbral de su reino,

fluía hacia la noche en su sombra de lujo

con la inmortalidad brillando en las pupilas.




Fue un delicado amigo, afable siempre

a cualquier sugerencia de mis gestos.


Al acostarme, libre ya de mi compañía,

subía a la inquietud de la azotea

para ver la gran luna y las constelaciones.






Así, noche tras noche, perseguía un misterio,

noche tras noche oía el latido de plata

de una extraña presencia que le traía el aire.

Era un canto sensual, un leve trino,

música de otro tiempo o quizás de otra vida

que apenas recordaba, de cuando fuera pájaro.

Qué nostalgia del aire, que ardor de ondas celestes,

de vuelo azul y cegadoras plumas.


Volvió a soñar en ser fugaz estrella,

fuego verde en la estela del relámpago.

Ebrio de luz nocturna y de espacio absoluto,

vibrando en el abismo sorprendido,s

e marchó a vivir dentro de la canción de un ave.

Tuesday, April 24, 2007

poetas en el Yakana bar

Santiago Risso
Jimmy Marroquín
Renato Salas,
John López,
Rudy Pacheco y
Gloria Ramos

Y el viernes 20 de abril en el Yakana bar se reunieron los poetas Santiago Risso (poeta, narrador, promotor cultural, antólogo, periodista cultural, etc. con varios libros publicados), Jimmy Marroquín, Renato Salas, John López (joven poeta y promotor cultural), Rudy Pacheco y Gloria Ramos reunidos por el amigo Willy Gómez (archiconocido en estas lides), para leer sus poemas a un numeroso grupo de amantes de la poesía y las letras en general. Se llenó el local, ojo Loco.









en plena lectura de poemas. Gimmy Marroquín, Renato Salas, Johnn López, Rudy Pacheco y Santiago Risso.








Gloria Ramos también hizo lo suyo













aquí les dejamos poemas de algunos de los amigos mencionados

HOSPITAL
Por: Santiago Risso (*)

Zurita:
El mar del Callao está picado.
Las olas revuelven incontenibles garfios,
bateas, escafandras
y demás pecados mortales.
El tono muscular del paraíso
es gris vespertino
lejos, lejos, lejos
“Lejos, -no son- esas perdidas cordilleras de Chile”.

Zurita:
Ayer visité Vigil, y toda luz de esperanza
se hizo añicos. Un centro de rehabilitación.
Niños, ancianos, niños, ancianos. Todos
-los que podían-
con las manos juntitas en pos de esperanza.
Y zas, me estrello contra el piso de lo imposible.

No puedo escribir arañando el dolor.
Cómodo frente a la pantalla –también gris- del computador.
Lo que pasa en mi puerto, esta ciudad de bisagras
y puertas que rechinan, no es más que dolor. Inmenso
como la proa de un mar inverosímil
en su abrazo mortal. Perú, perú, al Norte de
tu país. Todas las naciones son nombres comunes.
Pues las mismas montañas de Chile avanzando
se detienen en un Perú de abismos incontenibles.

Zurita:
Ayer visité Vigil. Y luego me vanaglorié con tus palabras
hacia mi Prosa de Nueva York. Y ahora –de seguro- repetiré,
reptaré el plato de la miseria esperando palabras
tuyas, laudatorias, a este poema que escribo
con gran incontinencia azul.
El paraíso es una chuita de patas naranjas
con alas mutiladas en el horizonte sempiterno.

Zurita, poeta:
Lloré ayer una sangre que no es mía.
El dolor, la pesadumbre de encontrarme poeta
en un puerto perdido. Aquel puerto del Callao
baña las aguas de Valparaíso. Y todo es lo mismo.
Palabras como Hartazgo, Ardor, Injusticia
son ambulantes en las calles saturadas
de pútrida brisa marinera.
Cómo no agarrar un poema.
Leerlo a todo pulmón
y resolver el mundo en una caricia.
Pero la poesía no sirve para nada.
Un poeta y su puta caminan extraviados
en las calles del puerto como si fuese
Nueva York. Ése es otro poema.
-Aquí están extraviados-
Aquí el puerto existe en el maretazo
de unos ojazos que calzan la omisión de la felicidad.

Zurita, hermano:
Ayer visité Vigil. No hice shoping. No hice luz
a las buenas costumbres de jironear. Agarré un periódico roído
y al abanicarme, en el frío, congelé el vuelo de dos mariposas
que visitaban el Hospital. Intenté cegarme, amoníaco por aquí,
por allá. Ya tú lo habías hecho. No era necesario redimir al mundo.
Era imprescindible Zurita. Cambiar de una vez.
Escupir en la cara a quien te jode, a quien jode al mundo
con el abrazo de los puñales circenses de la fanfarria.

Zurita, Raúl:
Te guardo en este poema como un revólver
con el gatillo de la esperanza en la poesía.
No todo se ha perdido Zurita. Aún es sostenible
la perfección del abrazo sincero. Caen máscaras
de hielo y las bisagras explosionan. Sonidos abundan
en los puertos, el mar da coletazos a todo movimiento
imperceptible. Ayer, como te dije, Zurita, visité Vigil.
“Qué tanta vaina Risso, ya cuéntame de una vez”, observó
con la mejilla bronceada Zurita. Y yo quedé solo
en el pabellón.

Z:
Ayer visité Vigil. Un telegrama, un email, una palabra.
Tan sólo una letra. La última, por favor:
Imploro a la poesía que de una vez resuelva el dolor.
Lágrimas de Dios en barlovento
se alzan en vuelo, remontando pasos perdidos, ajenos.
De una buena vez Zurita, te diré sin balbucear,
directo, como una cachetada a tu mejilla incendiada.
K.O. a tus palabras poeta. No hay ninguna posibilidad:

Zurita:
En el Callao las bisagras no avanzan.
No hay puertas que se abran. Es gran mentira todo.
Ayer visité Vigil, y vi niños, bebes,
como mi Pierpaolo o mi Gianfranco,
hijitos míos de mi corazón,
un tipito con la testa de sueños infantiles hasta la frente.
Y arriba, la cabeza en diagonal,
como escapando de un mundo injusto.
Otro tipito, bebé viejo, no Lao Tsé,
sino en Vigil. Aquel Hospital
de “Rehabilitación” donde amé más a mi esposa.
Paola lloró frente a un periódico mural.
No comprendí ese dolor hasta ahora Zurita.
Ya no prendas fuego a tu rostro.
Este “poema” no vale nada
al escuchar el pasillo de los quemados.
Al enterarme, Zurita, que un niño,
con la ternura y la belleza de mis hijos,
señala travieso con muñones
a la fogata que hace aDiós
a sus manitas.
No tengo perdón Zurita.
He escrito este poema
y te lo enviaré por email
con mis dedos talqueados
de eXtrema finura.




(*) Santiago Risso, el autor de este sentido poema inédito inspirado en el Hospital de Rehabilitación que está en la calle Vigil, del Callao, es, además de reconocido poeta, promotor cultural, Cónsul de Poetas del Mundo por el Callao, ex Subgerente de Cultura y Turismo de la Municipalidad del Callao, autor de varios libros, entre ellos: Transmutaciones (Fondo Editorial de la Biblioteca Nacional del Perú, 2000), Frontera al Castillo del Sol / El Callao en sus calles, plazas, iglesias e instituciones (MPC, 2003), Reino de la vida (Universidad Autónoma de Querétaro, México, 2006).

Thursday, April 05, 2007

YO ES OTRO



poemario de Johnny Barbieri

En concurrida actividad, muestra de aprecio a su calidad poética, se presentó el más reciente poemario de Johnny Barbieri YO ES OTRO. Estuvieron acompañándolo poetas de diferentes generaciones, entusiastas y atentos jóvenes estudiantes y público en general. Presentaron el libro Enrique Verástegui y comentaron amigos de Noble Katerba. También se presentó el libro Príncipe Esquivo del poeta Ronald Castillo Florián (1979). La actividad se realizó el miércoles 4 de abril en el CC. España a las 8:00pm
Aquí les dejamos dos poemas de Johnny B., que son parte de YO ES OTRO y es editado por casa barbieri editores.

EL CUERPO Y EL ALMA
Crear un reino azul
un reino triste como la noche oscura
como la rama fluvial
que deja caer
su fruto para nadie
un reino sin su paz ual
triste
como ese vaho que de la tierra exhala después
la pulpa muerta
esos actos vegetales de humo y miel
toda la carretera entera de testículos
colgados de los postes
todo el ascenso a lo más profundo del ser
al espejismo y a la neurosis
al poema que desborda el texto
y nada dice
al trasero de Lita Rubio tan real
como la noche aterciopelada y muda
con toda la luz del mundo
luz de la noche sobre el cuerpo tendido sin alma
alma fuera
alma fuera del cuerpo planeando
tan delicadamente sobre la triste forma
inventada
alma de niebla dulce suspendida
sobre su ayer amante
sobre su cuerpo inerme que rápido se enfría
con las horas nocturnas
y queda quieto
solo
dulcemente
Alma de amor que vela y se para
vacilando
y al fin se aleja tiernamente fría.

Madre dijo que no demoraría
Que no tuviéramos pena si acaso es tarde y la noche nos alcanza
con su manto atroz
a esta hora en que las seis es doblemente siete
y las penas dobladas van arrastrando su cuerpo
hacia el fondo de estos vestigios
Ella dijo que no demoraría y ya han pasado veinte barcos compactos
confundidos en la oscuridad
las personas mayores se han ¡do dejando en casa
a los más pequeños Aquella tarde de un domingo de abril
mi Madre dijo que no demoraría y se fue volando sobre el cielo como una golondrina
yo sólo vi una luciérnaga alejándose con sus cabellos incendiados subiendo con el ala multiplicada hacia la luz
que cegó nuestros ojos
Llamo y sólo hay sangre coagulada a mi alrededor
busco al tanteo sobre su lecho y sólo está su olor
un pedazo de olor tan cercano tan mío
ojalá las personas mayores regresen pronto
Es de noche y ya las sombras se están abultando
hay silencio después de este cajón gris
de estas coronas de flores
de estos vacíos largos en la oscuridad
Madre dijo que no demoraría
Yo
la esperaré un momento más.

Johnny Barbieri (Lima 1966) estudió Lengua y Literatura en la universidad Federico Villarreal, y, Sociología en la UNMSM. Es fundador de la agrupación poética Noble Katerba e integra también el grupo La Mano Anarka. Es profeso de Literatura.
Ha publicado los poemarios Branda y la Mesón de los Pandos, El libro azul, Maka, Jugando a ser Dios, Carne de mi carne, La virgen negra y libro Hindú.
Ela año 2003 obtuvo el premio HORACIO con su obra Viajando a Nairobi

Concluida la presentación y en pleno vino de honor, posan para El rincón del loco, mostrando YO ES OTRO. Pedro López Ganvini y Johnny Barbieri.