Thursday, April 25, 2013

La sombra del avión



Cerré mi libro de Tradiciones orales. Edimerial 2007. Conociendo algo de: el Tunche, el Ichic Ollcko y La Mónica, y quise dormir un poco. O soñar un poco. El libro se lo obsequié como un gesto de amistad y admiración a la escultural aeromoza que me brindó agua y una cajita de bocadillos y una dulce sonrisa.

Yo no creo en la existencia de esos duendecillos pero, viré a través de la ventanilla y vi un extraño ser sobre las alas del avión... y me miró. Estaba afanoso, aferrado a un costado de una de las turbinas del avión de Lan. El cielo brumoso no permitía ver con claridad lo que hacía. Pero, quién podría ser: sólo un loco o yo era el loco. Quise gritar, llamar la atención de los demás pasajeros, pero supuse que era el reflejo distorsionado de algo, pero creo que no.
DR Internet

Hice algo de sombra y oscuridad con mi mano para ver mejor, pero allí estaba ese ser. Era un ser, más bien pequeño, o mediano, vestido con una gran casaca con cachucha, que el viento jaloneaba. Pasó la aeromoza y le pregunté con la mirada, si todo estaba bien. Miró en derredor y encogiendo sus hombros, le entendí que, todo estaba bien, que no había de qué preocuparse…

El cuello, sentí que me dolía, y los ojos que los había tenido mirando buen rato por la ventana, también. Cuando iniciaron el procedimiento de aterrizaje y volví a mirar las luces de la Ciudad Blanca -cuando cae la tarde, la noche primorosa con sus enormes chispas nos muestran las luces de la gran ciudad- vi una ráfaga de luz, que recorría el ala de extremo a extremo, parecía un rayo que se descargaba en el ala. No dije nada. Podía estarme afectando la nevada, la altura. No sé qué mierda podría estarme pasando. Pero hacer el papel de idiota, tampoco.

Bajamos del avión. Lo hice por la puerta de cola y, con disimulo, como un despistado –antepenúltimo en la fila india-, me aproximé a la turbina que se iba terminando de rugir. Vi algo que no debí de ver.

En los pasillos del aeropuerto Rodríguez Ballón, pasó por mi lado una de las aeromozas del avión, flanqueada por sus colegas –arrastrando una pesada maleta-, y me dijo acercándose a mi oído: ¡maldito perro¡ ese avión no debió llegar nunca.

Su dulce encanto y atractivo cuerpo, que me había cautivado al subir, se congelaron en mi mente. Al llegar a la puerta, sentí una ráfaga de viento helado. Cerré la chaqueta hasta que el cuello quedó abrigado.

Una ambulancia aguardaba a un lado de la puerta del aeropuerto, esta vez, con más gente y periodistas aguardando algo. Unos loqueros me hicieron cambiar de acera. Y subí a un taxi.

PLG
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Friday, April 05, 2013

Cecilia Molina, María Elena Rodríguez y Justina Aliaga en la tortuga ecuestre


Lllegó a nuestras manos la tortuga ecuestre N° 336 de María Elena Rodríguez Chavarri con POEMAS DE AMOR;
N° 337 con los poemas de Justina Aliaga Escalante y; Rara Avis  de Cecilia Molina con la tortuga ecuestre N°338




El aroma de mujer nos inunda es este posteo y, les dejo en este breve espacio, un poema para sentir y oler la vida y todo lo grande que ofrece una mujer enamorada de la vida y del amor. Tres corazones que viven intensamente y soplan al viento, difundiendo su voz y sus palabras, forjadas en los vericuetos de la vida.


Mientras la tortuga ecuestre N° 336 tiene una muestra de poemas de María Elena Rodríguez Chávarri, y la N° 337 presenta poemas y haikus de la poeta Justina Aliaga Escalante.





TODAS LAS VOCES Muestra de poesía mundial



Edit Vicio perpetuo Vicio perfecto
2013    pp 195

Una nueva muestra de la poesía de nuestros tiempos, ahora más ambiciosa. 46 poetas de diversas latitudes, idiosincrasias, culturas, generaciones y estilos, son reunidos por el editor y vate peruano Julio Benavides. Un abanico de versos plasmados en hojas blancas como el amor y la fuerza de los poetas.




Comparto, amigos del rincón del loco,  dos poemas que el editor incluyó en esta muestra, de mi poesía inédita.

Milagros??????????
                            «En octubre no hay milagros» Oswaldo Reynoso
Morado de hambre
Morado de alegría
Morado de muerto
Morado de cólera y envidia
Morado de excitación y deseo
Morado de frío
Morado los pies de caminar y las rodillas de suplicar
Morado de esperar justicia y recibir generosamente abusos y latrocinio
Morado de golpes
Morado de morado de vestir morado
Morado ramplón y estercolero de seres intrigantes
Morado de miseria mental que rondan las calles aledañas de las Nazarenas
Morados de alcohol y libido que en aromas de semen rondan las chinganas
Morados de infidelidades coyunturales

Turrones anticuchos y choncholíes
Turrones picarones y papa con huevo y choclo
Escapularios gorras y velas con logos
Las calles y las gentes están de morado... Todo es morado o casi todo.
Huele a comida huele a llanto y plegarias
La vida se altera en derredor de las calles, la procesión carga vidas y agonías,
Medio día y el gentío caminan ensopados en sudor llanto y esperanza bajo este sol inclemente que se filtra entre el plomizo cielo limeño... Alfonso Ugarte y Breña, Tacna, Colmena, con sus calles y el caos vehicular es la letanía y agonía más lenta más despiadada.

Octubre de Angamos,
del Señor de los Milagros,
de las brujas
y la Canción Criolla..
Octubre sin milagros
                                                  pedro lópez ganvini


La Chica bonita del maní

!Maní, maní, maní¡¡¡
Habitas saladitas y crocantes
Sube diciendo la nena, que se viste como la muchacha
                /que es
con algo de sudor por este furibundo sol que quema y achicharra y la deja su piel color de su maní confitado.

Lleva el encanto y caminar de una fémina
dulce y enamorada
se menea toda ella
sabiendo de su gracia y sus proporciones
y las miradas la siguen y persiguen
Los hombres, animales, la deseamos
Ellas ven su tesón, coraje y entereza
Con su brazo izquierdo se sostiene a la vida risueña, encaramada a sus problemas
con el derecho que se merece
y le reclama a la vida
sostiene la fuente con palomitas de maíz
que volar quieren a las bocas
por cincuenta centavos
Unos manís confitados
producto, dicen, de una mujer enamorada
Unas habas saladitas que se ven crocantes
y nos miran queriendo ser trituradas
en estos descomunales molinos

La encantadora vendedora
Se ha ruborizado cuando le he dicho
que es más dulce que todo el maní confitado del mundo
Y juro que hubiera querido llevármela

Las miradas la persiguen en el pasillo del microbús
aún cuando baja de la 73
Ella se lleva muchos ojos, muchas miradas
Aunque yo me la llevo en mi blackberry
                                                               pedro lópez ganvini



Poetas de la muestra:


CARLOS GERMAN BELLI
ARTURO CORCUERA
MARCO MARTOS
HECTOR ÑAUPARI
MIGUEL ILDEFONSO
PEDRO LÓPEZ GANVINI
JORGE ALIAGA
SAMUEL CAVERO
INDRAN AMINDRAYANAN
VICTOR VIMOS
SANTIAGO RISSO
FERNANDO CUYA
LUCIANO ACLEMÀN
ADDHEMAR SIERRALTA
ERICK VARAS
ORLANDO ORDOÑEZ
PAOLA QUIROZ
PARIX CRUZADO
DIANA BENITES
ALFRED ASSIS
ANGEL BENAVIDES
LUIS ARIAS MANZO
MILAGROS JAMIS
VERÓNICA MORANTE
JULIO BENAVIDES
GLORIA MENDONCA
ROLANDO RAMOS
SAUL DONAYRE
GIOVANNI BELLO
LUCY MARTINEZ
AARON RUEDA
FRANCISCO MUÑOZ
JOSÉ LUIS GRADOS
ENVER BONZANO
JULIA DEL PRADO
AGMARI FERER
MERIAM BENDAYAN
LUIS FLORES
MIRIAM CARPIO
JULIO SOLIS
MICHAEL JIMÉNEZ
SANTOS ALVAREZ
DANIEL YUPANQUI
MANUEL LUQUE