
de Richard Cacchione

A los amigos que visitan este blog del Rincón del loco
Damos cuenta de la llegada a nuestras manos del poemario La flor de la alameda del Dr. Richard Cacchione, saludamos su ingreso de esta publicación (“formalmente” aunque teníamos conocimiento de su producción, hasta antes de este libro, inédita) a las letras peruanas y aquí una selección del trabajo y fragmentos de auspiciosos comentarios al poemario.
Buena aparte de mi existencia la he pasado y la sigo pasando con personas que aman los libros. Pocas veces he conocido a alguien que los ame tanto como Richard Cacchione Amendola, bibliógrafo minucioso e informadísimo, bibliófilo contra viento y marea. Su curiosidad intelectual es muy amplia, siendo su campo predilecto el de la creación literaria, en mayor medida la poesía (dan fe de ello sus pesquisas bibliográficas sobre voces descollantes de la peruana generación del 50: Blanca Varela, Carlos Germán Belli, Washington Delgado, Javier Sologuren y Alejandro Romualdo), aunque también es un especialista en la narrativa del cubano Guillermo Cabrera Infante.
Fragmento del prólogo de Ricardo González Vigil
Su amor a los libros, sobre todo a los poemarios, fructificó en la creación de sus propios textos, reunidos ahora en el poemario La Flor de la Alameda. Prueba elocuente de que el Perú conquistó plenamente su corazón, volviéndose su segunda patria (con todo el valor de la patria elegida conscientemente), es que sus primeros poemas surgieron en Trujíllo y Lima, en 1967. Brotaron inicialmente en inglés, su lengua materna; pero, a partir de 1994, también compone en español, siendo nuevamente los primeros los de su amor por la peruana Rosita Pinto, su esposa actual. En este volumen el propio Richard Cacchione ha vertido al español los textos concebidos originalmente en inglés.
texto de contratapa de Cardos Zúñiga Segura
ALAMEDA DE NOCHE
La noche en la alameda está iluminada
por una luna argentada.
Las brisas cortan el calor que queda del día solar,
inclinan las copas de los árboles a las damas al saludar.
El sendero cruzado por un camaleón
luce siluetas del pabellón.
Los caballeros a las damas saludan.
Discretamente sus voces se anudan.
Los caballeros a las damas saludan.
Discretamente sus voces se anudan.
Los perfumes florales afrodisíacos en
amores se estimulan.
CADA VEZ
Cada vez que veo un cuadro precioso.
Pienso en ti.
Cada vez que escucho música refinada.
Cada vez que escucho música refinada.
Pienso en ti.
Cada vez que encuentro flores de paraíso.
Cada vez que encuentro flores de paraíso.
Pienso en ti.
Cada vez que saboreo algo agradable.
Cada vez que saboreo algo agradable.
Pienso en ti.
Cada vez que toco algo suave.
Cada vez que toco algo suave.
Pienso en ti.
Porqué...
Porque pienso en ti.
Porqué...
Porque pienso en ti.
VALERIA
Sucedió una explosión en las distancias del universo.
Así se saltó una estrellita, en su esfera única.
Rápido, rápido atraviesa el espacio
siguiendo su predeterminado rumbo.
Esta luz casi invisible, vista desde el planeta,
brilla más y más al acercarse a la atmósfera.
Busca su destino en la tierra.
Cruza océanos, continentes y cordilleras.
Aterrizó con el brillo de una feria, así
nació la lindísima Valeria.
UNA SEMANA MÁS
A Jorge Cornejo Polar
Tanto trabajo por hacer
tantos plazos de entrega,
si tantos tuviera una
semana más.
Hasta la cabeza con chamba
siempre contra el reloj,
si tuviera una semana más.
Presentaciones por escribir
cerros de libros por leer,
si tuviera una semana más.
Todo hago solo
no hay ayuda,
si tuviera una semana más.
Juro que cuando muera,
con todo lo que quedará
pediré a Dios
una semana más.
Hasta la cabeza con chamba
siempre contra el reloj,
si tuviera una semana más.
Presentaciones por escribir
cerros de libros por leer,
si tuviera una semana más.
Todo hago solo
no hay ayuda,
si tuviera una semana más.
Juro que cuando muera,
con todo lo que quedará
pediré a Dios
una semana más.